lunes, 12 de septiembre de 2016

EL KYRIE - Formación para músicos y cantores litúrgicos

KYRIE


Con la colaboración de :
Federico Ramírez
Formación a Músicos y Cantores Litúrgicos
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¿Qué características tiene esta aclamación?
Esta es una fórmula verdaderamente primitiva de la Iglesia, lo sabemos pues es la única que se conservó en el idioma griego (Kyrie eléison). No siempre se encontró al inicio de la celebración, pero siempre ha sido una aclamación a la divinidad de Cristo, al reconocerlo como igual al Padre. Sin embargo, también se llegó a desviar esta aclamación y se le consideró trinitaria, razón por la que cada parte de la aclamación se llegó a repetir tres veces. Hoy en día es parte de los ritos iniciales, con los cuales se dispone a la asamblea para la celebración.
El Señor tan piedad, no es un canto penitencial, como a veces se le ha considerado, aunque se aclama por la misericordia de Jesús, al aclamarlo como juez, se le reconoce como igual al padre. Por ello, en el Acto penitencial III, se incluyen tres aclamaciones crísticas, conocidas como tropos,que varían según el tempo litúrgico y las distintas festividades.
La Instrucción General del Misal Romano dice: "Por ser un canto con el que los fieles aclaman al Señor e imploran su misericordia, deben hacerlo ordinariamente todos, es decir, que tanto el pueblo como el coro o el cantor, toman parte en él. Cada aclamación de ordinario se repite dos veces, pero no se excluyen más veces, teniendo en cuenta la índole de las diversas lenguas y también el arte musical o las circunstancias. Cuando el Señor, ten piedad se canta como parte del acto penitencial, se le antepone un tropo a cada una de las aclamaciones".
Como la lo expliqué, su texto original viene del griego:
"Kyrie eléison, Christe eléison, Kyrie eléison"
"Señor ten piedad, Cristo ten piedad, Señor ten piedad"
De esta forma lo podemos encontrar en el misal romano y debe ser respetada, con dos salvedades que se explican en seguida.

El Señor ten piedad no es parte del Acto penitencial a menos que se utilice la forma III de este. Esta forma tiene dos características particulares: se omite el "Yo confieso" y a cada aclamación del Señor ten piedad, se le antepone un tropo. Cada tropo es una aclamación a la persona de Cristo. Hay diferentes tropos, para cada tiempo litúrgico, para las solemnidades y para algunas fiestas. Cuando un Señor ten piedad lleva tropos, la estructura es esta:
Tú, que eres el camino que conduce al Padre: Señor, ten piedad
Tú que te has hecho pobre para enriquecernos: Cristo, ten piedad
Tú, que has venido para hacer de nosotros tu pueblo santo: Señor, 
ten piedad

Los tropos pueden ser cantados o proclamados por el sacerdote. Para el uso de un Señor ten piedad que incluya tropos cantados, siempre deberá haber un previo acuerdo entre el celebrante (o en su caso el ceremoniero) y el coro o el cantor. En caso que el sacerdote omita el "Yo confieso", como músicos litúrgicos, deberemos entender, que el sacerdote usará la forma III del Acto penitencial y deberemos hacer una pausa entre cada aclamación, para que el sacerdote proclame el tropo.
Hay un consideración más a tomar en cuenta. Existen diversas composiciones que tienen la partícula "de nosotros" agregada a cada aclamación. Esta viene de los años posteriores al Concilio Vaticano II, Cuando el misal romano tenía ese texto como parte de la aclamación:
"Señor ten piedad de nosotros, Cristo ten piedad de nosotros, Señor 
ten piedad de nosotros"
Con la unificación a los misales de todos los países hispano parlantes (1989-1991), se retiró esta partícula, para dejar el texto, tal cual lo presenté al inicio de este publicación. La Conferencia del Episcopado Latinoamericano, nos da la siguiente indicación al respecto: "ténganse en gran estima las composiciones que hasta el día de hoy contienen esta partícula (de nosotros), pero cuídese que a partir de hoy las nuevas composiciones se apeguen a los textos litúrgicos de esta nueva edición (del misal romano)". Dicho de otra manera , los cantos compuestos hasta antes de 1991, como máximo, que digan "de nosotros" son admitidos para la liturgia. Buen ejemplo de ello, tenemos las misas Melódica, de Mejía, Alrededor de tu mesa de Palazón, del buen Pastor de Benigna Carrillo y la Misa Hossana de Carlos Camacho (entre muchas otras). No considero recomendable hacer una alteración o mutilación de estos cantos para quitarle la partícula "de nosotros".

Por último, hay varias composiciones con texto muy diversos que simplemente no tienen cabida. Algunas agregan algún texto ("Señor nuestro hermano ten piedad de nosotros", "Ten piedad Señor ten piedad, soy pecador..."). Otras más hablan en singular (Señor ten piedad de mi), lo cual es verdaderamente inapropiado, pues al retirar la partícula "de nosotros", se ha incluido en esta aclamación a toda la Iglesia, presente y no presente, peregrina y penitente y hacer la aclamación en singular rompe con el sentido comunitario que debe reinar en la Eucaristía.

Escrito por:
Federico Ramírez

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