Una meta puede cambiar tu vida ministerial
¿Te has sentido en algún momento de tu vida ministerial musical; cansado, desanimado o perdido? Piensas: ¿será este mi lugar? ¿Fui llamado a servir? ¿Cuál es el propósito del servicio que realizo?
Estas preguntas que te haces o te has hecho, también yo, me las he hecho. No te sientas mal por eso y mucho menos creas que eres un “bicho raro”. También en algún momento de mi vida ministerial me sentí remando en mi servicio musical como a la deriva; eso me cansaba, me desanimaba y me llevaba a cuestionar mi lugar en la iglesia y mi llamado ministerial.
Por eso hoy quiero compartir contigo algo que me ayudó a mitigar mi cansancio, desánimo y desubique. Y te digo mitigar, pues no te voy a negar que aún hoy después de 18 años de servicio en el ministerio de música me canso. A veces algunas circunstancias me desaniman e intentan desubicar. Sin embargo, después de llorar, sobarme y levantarme, sigo mi camino con más fuerza ¡Bendito sea Dios!
¡Hermano que me lees es importante tener una meta ministerial!
Una de las grandes dolencias de nuestros ministerios de música es que no tienen metas claras u objetivos claros, es decir, muchos ministerios se constituyen y nacen por iniciativas llevadas por la emoción: ¡Yo quiero tocar!, “reunámonos para cantar a Dios” “armemos un grupo y le decimos al padre que nos abra un espacio en la una de las misas del domingo” ¡oigan sonamos súper porque no montamos el ministerio!
Y claro no te voy a negar que este tipo de emociones, para empezar, funcionan. Y no quiero en ningún momento decir que los grandes ministerios musicales no nacieron con algunas de esas frases. Pero perseverar en el ministerio de música requiere mucho más que la emoción. Perseverar en el ministerio conlleva sacrificio, horas de formación y de estudio musical y eso solo se mueve cuando se tiene claro a donde se quiere llegar y cuál es fin de reunirme con otros músicos y compartir con ellos la vida y la música y por supuesto aguantarme sus genios y loqueras, pues al fin y al cabo nuestra creativa nos lleva a perder uno que otro tornillo jajajajajaja.
Te hablo de metas porque ellas cumplen funciones importantes, tanto en tu vida ministerial como en tu vida personal te voy a decir por qué:
Una meta da dirección: Pone tu punto de llegada y por naturaleza te pone a pensar de dónde estás empezando; es decir define tu punto de partida y tu punto de llega. Te dejo unas preguntas:
¿Desde dónde está empezando tu ministerio? ¿Con qué talento cuentas? ¿Cuál es tu nivel de musical inicial? ¿En qué etapa de tu formación espiritual estás? ¿Hacía donde te diriges en tu vida ministerial? ¿A qué personas quieres evangelizar a través de la música? ¿Cuál es el nivel musical qué quieres alcanzar? ¿Hasta dónde quieres llevar tu vida espiritual?
Aumenta tu potencial: Como ya sabes hacia donde debes dirigirte, empiezas a trabajar en torno a cómo haces para caminar el trayecto propuesto. Por lo tanto comienzas a poner en funcionamiento los talentos que Dios te ha dado y hacerlos crecer. Llevándote a formarte en tu vida espiritual y en tus talentos musicales e instrumentales.
¿Te estás formando en tu instrumento? ¿Tienes formación espiritual o el ministerio de música se forma espiritualmente?
Establece Prioridades: Como ya sabes lo que quieres y hacia donde te diriges, comienzas a apartarte de todo lo que te va a alejar de ese propósito. Y cuando llegan las dificultades sabes tomar decisiones de acuerdo hacia el lugar hacia donde te diriges.
Cuando llegue la dificultad mira tus metas, mira tu punto de llegada y si es lo suficientemente fuerte realiza los sacrificios pertinentes (ir a ensayar, estudiar con un profesor particular, estudiar biblia, salmos) así eso con lleve a tener horas extras de trabajo y/o ahorrar para esa formación.
Agrega valor a lo que haces: Todo lo que haces por pequeño que sea tiene un valor y una razón de ser. Pues te aporta, un paso o grano, para llegar a tu meta. Y es aquí cuando tiene sentido ensayar, formarse espiritualmente y estudiar tu instrumento o don musical. Y desgastar horas y hasta tu vida en cosas que para otros son ilógicas.
Predice a dónde vas a llegar: Ya sabes a dónde vas y eso es lo importante, sabes que llegarás sin importar el tiempo que eso te tome. Por eso cuando llega la desazón, las dificultades o el camino se torna pesado, en ti sale una luz de esperanza que te anima a seguir pues sabes que tu meta es grande y gratificante.
La música tiene una particularidad y es que necesita de tiempo y perseverancia, por lo tanto tener una meta clara te hace perseverar a pesar del tiempo.
La primera acción que puedes tomar en tu vida ministerial es; reúnete con tus hermanos de ministerio y define las metas del ministerio, que van mucho más allá que tocar, ¡ponte metas altas que grande es nuestro Dios! Una vez las tengas planea con acciones claras como pueden cumplir esa metas y todos los días has algo para llegar a ella. Y si eres solista ora, reúnete con tu director espiritual y empieza a definir tus metas.
¡Ánimo hermano sigue perseverando y coloca tus metas en el terreno firme que es Jesucristo!
En el siguiente Post, te voy a presentar cuál es la meta Ministerial que nos propone la palabra.
¡Espéralo muy pronto!
Comenta qué te pareció y si quieres comparte las metas de tu ministerio
No vemos en el siguiente Post
José Ricaurte
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