martes, 25 de febrero de 2014

LA ELECCIÓN DE MINISTERIO




LA ELECCIÓN DE MINISTERIO 




Juan 15,16  Ustedes no me escogieron a mí, sino que yo los he escogido a ustedes y les he encargado que vayan y den mucho fruto, y que ese fruto permanezca.

Luego de tomar la decisión definitiva de servir, empezamos a elegir el lugar donde queremos ejercer nuestro servicio, leemos los programas que nos ofrecen las comunidades, parroquias, fundaciones etc. Y comenzamos a ver si nuestro perfil se ajusta algún servicio en particular, luego procedemos a inscribirnos y empezar la formación para ejercerlo, esta elección debe ir acompañada de oración y mucho discernimiento, constancia y compromiso, no puede ser tomada a la ligera simplemente porque no habían más opciones, o porque tengo mucho tiempo libre, etc. El Señor Jesús quien nos escogió para dicho servicio, quiere que demos fruto; pero para dar fruto es indispensable la elección correcta  de ministerio. Sucede en ocasiones que algunas personas se frustran porque inician un ministerio y no era precisamente lo que esperaban, o tal ves su llamado no era para este servicio, puede ser también que el temperamento  de quien elige el ministerio no es lo suficientemente valiente y perseverante y al encontrar obstáculos deciden no persistir e ir saltando de uno a otro ministerio sin producir ningún fruto.
Cuando en el libro de Juan nos dice el Señor: “Les he encargado que vayan”, muchas veces nos encontramos en una encrucijada pensando ¿ir a dónde Señor?, este envío es un llamado específico que el Señor nos hace y que si meditamos en nuestros dones, carismas, talentos etc. será cada vez más claro hacia dónde quiere Dios que nos dirijamos. Surge entonces una serie  de inquietudes, si el ministerio que elegiré, es el indicado para mí, especialmente el Ministerio de música que profundizaremos más adelante; lo que quiero que tengamos en cuenta es que la elección de nuestro ministerio (Servicio), debe estar sujeta a la oración y los puntos vistos anteriormente, no puede ser un deseo impulsivo, esta elección debe estar sujeta al discernimiento de quien la toma y sobretodo debe ser muy a conciencia de los retos, tiempo, perseverancia que implica dicha elección, ningún ministerio es un camino de rosas que no tiene espinas, TODOS los ministerios requieren de una fuerte renuncia y motivación divina para perseverar y no desfallecer en el intento.

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