PREDICACIÓN Y MÚSICA
La música es una herramienta poderosa a la hora de enlazar temáticas de predicaciones; ya sea poniéndose de acuerdo con el predicador o siendo el músico quien predica.
Es muy importante que tanto la música como la predica tengan un orden y que los cantos estén acordes a cada una, si alguien habla de sanación y se canta un canto de alabanza estaría un poco fuera de tono, ya que el interés de quien predica es enfatizar en la sanación.
No hay nada escrito respecto al orden de la predicación , pero si a la hora de hacer cantos, es mejor iniciar con canciones conocidas y poco a poco empezar a involucrar cantos nuevos, fáciles de aprender y con formulas repetitivas que permitan profundizar aun mas en la espiritualidad.
Hay que clarificar que el Espíritu es quien nos orienta, pero no por ello quiere decir que no debemos preparar nuestra predicación o concierto, esto debe ser una disciplina y sobretodo una responsabilidad, la gente se da cuenta cuando se esta improvisando por mas experiencia escénica que se tenga. Mucho cuidado con creer que por tener experiencia no es necesario prepararse a la hora de predicar y cantar.
El conocimiento de la palabra de Dios es muy importante, ella nos da sabiduría y nos permitirá hablar en publico mejor y con coherencia, para que mas que contar una u otra anécdota hablemos con propiedad de lo que Dios nos dice que vivamos y el como y porque lo vivimos.
Dios te bendiga en este maravilloso ministerio.
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