LA RECOMPENSA DEL MINISTRO DE MÚSICA

LA RECOMPENSA DEL MINISTRO DE MÚSICA 

Muchas veces hemos sentido que nuestro servicio es menospreciado y que nuestros esfuerzos por servir a Dios a través de la música no han servido o no se han tomado en cuenta.

La recompensa del Ministro de música no es cantar en grandes escenarios o ser un músico virtuoso al que todos admiren, aunque debemos realizar nuestro servicio con maestría, el ministro de música es un servidor de Jesucristo y al cantar se edifica a si mismo (Quien canta ora dos veces) y también cuando ejerce su ministerio edifica a los fieles, esta es una de las grandes recompensas.

Cuando recibí mi titulo profesional recuerdo que le di gracias a Dios pero mas que mi titulo siento que la gran recompensa el poder servir al Señor a través de lo que me permitió estudiar. 

Cuando regrese de mi ceremonia de Grado lo primero que hice fue entregarle mi banda y mi medalla al Cristo que tengo en mi lugar de ensayo en la casa de mis padres, y cuando observo esta imagen recuerdo las palabras de uno de mis maestros :

- Nunca olvides de donde vienes!

Mi maestro lo menciona para que recordáramos con humildad como graduados que tuvimos un comienzo en la música, para mi además recordar que soy Hija de Dios antes que "artista".

Querido hermano la recompensa esta acá cerca de ti en la labor ministerial que haces a diario en tu parroquia o grupo de oración la recompensa es que desde la tierra puedes ejercer el llamado que Dios te tiene preparado para la Eternidad, a través de los cánticos de Alabanza, que bendición adelantar nuestra misión en la tierra a la que hemos sido llamados también en el Cielo!, Alabar al Señor en Espíritu y en Verdad.

Sofia Celis

Cantautora Católica Colombiana

Salmo 95

¹Cantad al Señor un cántico nuevo,cantad al Señor, toda la tierra;²cantad al Señor, bendecid su nombre,

proclamad día tras día su victoria.

³Contad a los pueblos su gloria,sus maravillas a todas las naciones;⁴porque es grande el Señor, y muy digno de alabanza,

más temible que todos los dioses.

⁵Pues los dioses de los gentiles son apariencia,mientras que el Señor ha hecho el cielo;⁶honor y majestad lo preceden,

fuerza y esplendor están en su templo.

⁷Familias de los pueblos, aclamad al Señor,aclamad la gloria y el poder del Señor,⁸aclamad la gloria del nombre del Señor,

entrad en sus atrios trayéndole ofrendas.

⁹Postraos ante el Señor en el atrio sagrado,tiemble en su presencia la tierra toda;¹⁰decid a los pueblos: «El Señor es rey,él afianzó el orbe, y no se moverá;

él gobierna a los pueblos rectamente».

¹¹Alégrese el cielo, goce la tierra,retumbe el mar y cuanto lo llena;¹²vitoreen los campos y cuanto hay en ellos,

aclamen los árboles del bosque,

¹³delante del Señor, que ya llega,ya llega a regir la tierra:¹⁴regirá el orbe con justicia

y los pueblos con fidelidad.