EL SERVICIO MUSICAL ES UN PRIVILEGIO , NÓ UNA OBLIGACIÓN

Hace tiempo no escribía en el blog por diferentes situaciones personales,y buento te voy a

contar parte de mi experiencia … me caí y sufrí una fractura en el hombro en el mes de

Diciembre 2020, han sido meses de mucho dolor y pasar etapas, entender desde la

paciencia que es lo que esta situación quiere aportar a mi vida.

Te quiero contar que hice un compromiso con Dios y aqui estamos de nuevo jeje, le prometí

escribir nuevamente…

Antes de que sucediera mi accidente me quejaba mucho por lavar los platos de la casa, en

cuarentena una actividad muy frecuente por cierto, hoy doy gracias de poder usar ambas

manos para este fin.

Creo que estas situaciones de la vida nos dejan ver desde que ángulo estamos en el

servicio ministerial; sé que para algunos es su sustento, así que seguramente durante la

Pandemia fué difícil para ellos asumir esta realidad, para otros simplemente el servicio se virtualizó y pudieron continuar en el, para otros simplemente la llama de cariño por el servicio se apagó por los afanes de la vida y la angustia de las circunstancias, ese fué mi caso, se llegó un día que sentía tal dolor que no quería cantar, tocar no podía por la fractura, salir no podía por la incapacidad y el COVIT que acecha en las calles, sentí una

oscuridad terrible en mi ministerio…

Una noche oré a Dios suplicando por los dolores que sentía, ofreciendo estos por el dolor

de otros y redescubrí mi amor por el ministerio, leí mucho sobre la Alabanza, cambié mi manera de orar y de ver la música y descubrí el privilegio que es servir a través de ella.

Diariamente escuche cantos de fortaleza, de oración , de alabanza y me empecé a sentir

mejor, me dije a mi misma ¡Dios mío que privilegio tan grande servirte a través de la música!

estos cantos de mis hermanos me levantaron de la noche oscura y pensé que las canciones

que Dios me ha regalado cuanto bien habrían hecho por otros.

Te entrego esta reflexión, para que medites si tu servicio lo vez como una obligación o como

un privilegio, hoy día le doy gracias a Dios porque aunque con limitaciones puedo cantar y

tocar un poco de guitarra o piano, veo mi ministerio como un regalo, no como algo

puramente comercial y humano, como dice una canción “Un toque de Tí es todo lo que

quiero”, no es que pensar en mercadeo e industria musical esté mal, es sólo que la forma

de ver nuestro servicio no puede verse “fracturada” por el deseo humano de tener

seguidores o de ser reconocido, o de ser el mejor y pasar por encima de otros, nosotros

hacemos lo humano y debemos avanzar de la mano del Espíritu Santo para preservar la

recta intención y vivir una vida de verdadero adorador, Dios hará el resto y tu barca ha de

navegar en el mar que El provea no en el lago que tu creas con tus manos.

ESCRITO POR:

SOFIA CELIS